martes, 8 de mayo de 2012

Cap. 134

Nieves le miró y le hecho una mirada fulminante.
-Vale, allá voy -dijo Nieves convencida- No, no puedo.
-Venga, va, yo te ayudo -le ofreció Carlos.
Nieves bajo con la ayuda de Carlos, cuando bajó se puso a bailar.
-SIIIIII, HE BAJADOOO. VAMOOOOOS. Soy una machota -decía mientras bailaba, miró a Laura y Álvaro y vio que le estaban mirando muy raro, paró de repente.
-Venga va, sombreritos, ahora tú -le dijo Álvaro.
-Es que.. aquí hay una vista muy buena -dijo Carlos
-MARCO, baja aquí -le ordenó Nieves.
-Pues tiramos tu sombrero a la basura -ayudó Laura.
-Vale, vale, ya voy
Carlos no muy seguro bajó, cuando puso los pies en tierra suspiro aliviado.
-Gracias por no soltar la escalera -les dijo a Álvaro y Laura.
-Toma tu gorro -le dio el gorro Laura.
-Gracias -se lo puso- Ya soy yo.
Los cuatro empezaron a andar, parecía que a los chicos ya se les había pasado un poco el enfado.
-Es que no lo entiendo -reía Carlos- ¿Por qué te da miedo?
-Es así de lista -dijo Laura.
-Es un trauma infantil ¿vale? -contestó Nieves.
-Ya verás que trauma más raro -dijo Álvaro.
-Pues veréis... cuando yo tenía 5 años, era muy mona yo, me compraron una Barbie que llevaba meses pidiéndole a mis padres. Entonces, nos subimos al terrao de mi abuela y yo iba con mi Barbie, entonces me asomé y se me cayó, y un perro que pasaba por allí se la comió y la destrozó.
Los otros tres se miraron y se empezaron a reír.
-¿Qué pasa? Es mi trauma -les dijo Nieves.
Seguían riéndose.
-Pues yo también tengo un trauma -empezó a contar Álvaro.
-Espera, ¿cenamos en este bar y Álvaro nos cuenta su trauma? -preguntó Carlos

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