martes, 8 de mayo de 2012

Cap.121

-¿Qué?- Preguntó Laura confsa, aunque había oído perfectamente- No me lo puedo creer.
Se levantó enfadada y se sentó sola en otro sitio dando la espalda a Álvaro.
//Unos segundos antes//
-Sólo te voy a decir una cosa- Álvaro le miró a los ojos- No me puedo fiar de ti. No quiero fiarme de ti. Vete con quien te de la gana pero a mí no te me acerques.
// //
Álvaro la verdad es que no había pensado en lo que había dicho, pero no iba a pedir disculpas y a arrastrarse. Tenía un orgullo, además de un gran miedo a volver a pasar por lo mismo.
Nieves y Carlos por su parte hablaban con algún comentario suelto de los que puedes contestar sólo "Sí" o "No".
-Ya falta poco- dijo el chico.
-Sí.
Silencio por unos minutos.
-¿Vais las dos a tu casa?- Preguntó ella.
-No. A la suya.
-Ah.
A ninguno de los dos les gustaba estar así pero no les quedaba otra. Sabían que tardarían un tiempo en recuperarse.
Por otro lado, Laura miraba por a ventana. Estaba llorando en silencio ya que no quería que los demás, sobretodo Álvaro se enteraran. ¿Cómo no se dio cuenta antes? Siempre había sido un idiota con ella.
El tren se paró en la estación, pero era demasiado tarde para ir a pie y ya no habían más autobuses.
La única solución era el taxi pero solo se lo podrían permitir entre los cuatro.
-¿Cómo vais a volver?- Dijo Carlos.
-No lo sabemos.- Respondió seca Nieves.
-Paguemos entre los cuatro el taxi- Ofreció Carlos todavía serio.
Los demás no dijeron nada, sólo asintieron.

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