miércoles, 9 de mayo de 2012

Cap.149

-Parejitaaaaa- Dijo Blas cogiendo a los dos por los hombros y llevándolos con los demás.- Tenemos que hablar lo de mañana.
-Ah sí- dijo Carlos.
Estuvieron hablando sobre lo que iban a hacer. Así mismo las chicas estuvieron pensando lo que iban a hacer ese mismo día, ya que ellos tenían que ir a ensayar.
Las clases pasaron lentas y aburridas. A la una en punto llegó Merche y les dijo que tenían que trabajar. ¡Por fin el último día!
-Está bien- dijo la directora- Hoy los que ayudáis al conserje vais a ordenar todos los bastidores del teatro y cosas de esas. Los que ayudáis a las mujeres de la limpieza, vais a fregar el suelo del teatro.
-¿Todo?- Preguntó Laura.
-Pues claro, no querrás hacer sólo un trozo- Respondió la directora.
La directora les dejó solos, Edu y su amigo se fueron al igual que Borja y el otro amigo ¡Era viernes! Los demás se quedaron a limpiar y ordenar.
-Yo el piso de arriba- se ofreció Blas subiendo el cubo y el mocho por las escaleras.
-Pues yo el pasillo izquierdo- dijo Laura poniendose los guantes blancos.
-Sí.- Dijo Álvaro un poco distraído.
Mientras, encima del escenario estaban Carlos y Nieves colocando todas las sillas a un lado que habían dejado los de la orquesta y poniendo bien las cortinas y demás. David estaba arriba con Blas dejando todo el equipo de sonido en condiciones.
-Mañana vendrás a vernos, ¿No?- Le dijo Carlos a Nieves.
-Claro- sonrió.
No pasó mucho más. Blas y David se fueron antes como siempre, porque ya estaba lo suyo hecho. Laura y Álvaro se fueron por un lado y Nieves y Carlos por el otro.
Los dos primeros iban hablando de lo que iban a hacer el fin de semana.
-¿Entonces habéis quedado para ir de compras? Que raro- dijo irónico Álvaro.
-Pues nos lo pasaremos bien, jum.
-Mañana os tenéis que poner lo que os compréis.
-No te puedo prometer que lo hagan.
-Pues tú al menos.
Mientras Nieves y Carlos estaban en un parque que encontraron por el camino. No habían casi personas, estaban en un banco limpio con sol y sombra, y Nieves tenía a su lado a Carlos. Poco más podía pedir.
Al día siguiente los chicos se levantaron nerviosos.

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