-Pues entonces no te quejes de que están mal -le contestó Álvaro.
Los otros estaban subiendo mesas, hasta que Carlos se torció el tobillo y se sentó en el suelo.
-¿Estás bien? -preguntó Nieves preocupada
-Sí, estoy bien tranquila.
-Si ya lo decía yo eres un blandengue -dijo Borja mientras pasaba por delante de Nieves y de Carlos.
-Algún día le pegaré tal patada en la boca que seguro que deja de hablar, porque no tendrá dientes. Soy.. Borja... y no...tengo dientes jajajaja -imitó a Carlos a Borja sin dientes.
Nieves se reía muchísimo.
-Mira que eres tonto.
-Queréis dejaros de tonteo y seguir subiendo cosas -se quejó Borja.
-Mira se hace así -le dijo Laura con el trapo en la mano y limpió los cristales- Ves.
-A sus órdenes mi sargento -le dijo Álvaro en tono de burla.
-Venga, no te veo trabajar.
Álvaro cogió el trapo e hizo lo que Laura le había dicho. Laura se metió en los retretes del cuarto de baño, empezó a limpiarlos. Pero se quejaba mucho lo cual le hacía gracia a Álvaro.
-¿Te hace gracia? -dijo Laura saliendo con la escobilla del váter en la mano.
-No, que va -dijo Álvaro aguantándose la risa.
-Pues nada, vamos a reírnos todos -Laura se acercó a Álvaro y le amenazaba con meterle en la boca la escobilla del váter. Los dos empezaron a correr por el cuarto de baño, así que todo quedó peor de como estaba al principio.
Por fin habían acabado con las mesas, estaban sentados en el suelo, porque si decían que habían acabado les mandarían más trabajo y no querían. David y Nieves hablaban tan tranquilos pero entre Borja y Carlos seguía habiendo un cierta tensión.
A Laura y Álvaro les tocó volver a limpiar otra vez casi todo el baño porque se había puesto igual de sucio que al empezar. Los dos se pusieron manos a la obra.
Cuando acabaron se reunieron con los otros, David y Borja ya se habían ido o eso pensaban ellos, por lo menos por la parte de Borja.
Al salir del colegio por portería, se encontraron a alguien que no esperaban encontrarse, lo cual pintaba bastante mal.
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