lunes, 7 de mayo de 2012

Cap.111

Edu y Borja bailaban cogiéndolas por la cintura. Eso incomodaba bastante a las chicas que ni sabían como habían entrado en la fiesta ni como quitárselos de encima. Aunque puede que bailar con ellos fuera el mínimo problema de esa tarde-noche.
-¿Podemos hablar?- Les dijo Laura a los chicos.
-Pero en un lugar que se oiga todo mejor.- Aclaró Nieves gritando por encima del último éxito de David Guetta.
Fueron al piso de arriba que consistía en un largo pasillo con varias puertas a cada lado. Las paredes estaban ocupadas por parejas y demás borrachos liándose entre ellos.
-Mejor dentro de alguna habitación..-Opinó Laura mirando a dos chicas de su clase besándose- Y rápido.
Entraron a la primera que vieron, que debía ser la de los padres de Blas ya que era enorme, con una cama de matrimonio y un baño. Además de un vestidor en lugar de armario.
Nieves cerró la puerta porque entró la última.
-Bueno, ¿De qué queréis hablar?- Dijo Borja apoyado en la pared.
-Pues veréis nos gustaría...- Empezó Laura pero no pudo acabar porque Edu se le echó encima y empezó a besarla.
Lo mismo pasó con Nieves y Borja. Ellas no querían e intentaban resistirse pero ellos las tiraron en la cama y se pusieron encima de ellas.
//Fuera en el pasillo//
Ana no sabía lo que estaba sintiendo por dentro. Mientras besaba a Dani iban buscando una habitación vacía. Sabía lo que iba a venir y lo quería YA. Estaba totalmente preparada. Todas las habitaciones estaban ocupadas por parejas u orgías varías. Pero había una puerta que estaba atascada.
-Menudo asco- Se quejó Dani.
//En el piso de abajo//
Carlos y Álvaro estaban buscando a sus chicas, pero no las veían por ninguna parte. Decidieron subir al piso de arriba por idea de Blas, el cual estaba demasiado ocupado corriendo de un lado a otro para que no se rompiera nada que no podía ayudar a sus amigos.
Los chicos exploraron el cuarto de arriba llamando a las chicas. Lo que no sabían es que otros dos chicos les oyeron. Antes de que ellas pudieran decir nada y sin quitarse de encima, se desabrocharon con rapidez (es lo que tenía la práctica) la bragueta y les taparon la boca a las chicas, haciendo que en vez de gritar, parecieran gemidos.
-Oooh, Sí...- Gritaba adrede Borja- Nieves... Por Dios... Sí...
-Laura... Oooh... Eres tan.... Ooh Dios .....- Gritaba Edu.
Álvaro y Carlos intentaron abrir la puerta pero estaba atascada.

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