-Blas, amijo- dijo Álvaro- Hoy friegas tú el suelo.
La directora pasó y les dijo que los que se iban con las señoras de la limpieza tenían que limpiar las aulas de 1º y 2º de la ESO y los ayudantes del conserje tenían que ayudar a cambiar las mesas del aula de 3ºB.
-Nos tienen explotados- suspiró David
-Tú no hables porque ayer te fuiste- dijo Carlos.
-Porque terminé mi parte allí abajo y tenía que estudiar.
Las tres siguientes clases pasaron igual de aburridas. Cuando sonó el timbre a las dos los chicos tenían mucha hambre pero no podían irse. Estaban castigados.
Laura, Blas y Álvaro se fueron al piso de arriba, dónde la amable limpiadora les había dejado los guantes, mocho, cubo de agua, paños y limpia cristales.
Nieves se fue a 3ºB con David y Carlos, los pupitres estaban por ahí en medio tirados. Borja y su amigo entraron.
-Nos han dicho que tenemos que llevar los pupitres al aula del final y luego subirlos del almacén aquí.
-Madre mía- suspiró Nieves, iba a ser un trabajo largo.
En el piso de arriba, Edu y su amigo ni aparecieron por lo que los tres amigos tuvieron que hacerlo todo solos.
-Me parece increible que ni se acerquen- dijo Laura limpiando chuletas de matemáticas de las mesas.
-Ya verás si lo veo...-Murmuró Álvaro limpiando los cristales.
-No- interrumpió un Blas que fregaba mal el suelo.- No más peleas.
-Eso- Apoyó Laura.- Y Blas, hijo mío, aprende a fregar.
Nieves y Carlos iban llevando mesas al aula del final, hasta ahí todo era muy fácil. Los problemas empezaron cuando tuvieron que subir los pupitres nuevos.
-A ver, ¿Tú de cara y yo de espaldas?- dijo Carlos en los pies de la escalera.
-Sí, a ver si me voy a tropezar...
-¡Venga!- Se quejaba Borja- Hasta que vosotros no la subáis nosotros no podemos.
-¿Y David?- Se acordó Nieves.
-Se ha ido ya- dijo Carlos subiendo los hombros.
-Pues mañana nos vamos tu y yo.
-¡Que subáis la mesa!- Gritó Borja- Odio cuando me ignoran...
-Álvaro, por Dios, has dejado los cristales peor que antes- Se quejó Laura.
-Yo ya he terminado de fregar. Adios- Blas se fue corriendo.
-Bueno, pues hazlos tú, lista
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