Cap.85

-¿Qué hacéis?-dijo murmurando el chico.
-Calla y vete a dormir- dijo Laura.
-¿Eso es pasta de dientes?- Dijo extrañado.
-Sí, ale buenas noches- Dijo Nieves perdiendo la paciencia.
-Hacer lo que os de la gana, pero a mí no, ¿Eh?
-Que si que si- Dijeron casi a la vez las amigas.
Blas un poco desconfiado se volvió a tumbar, pero aunque queria, no pudo mantenerse despierto más de 10 minutos.
Las chicas volvieron del cuarto de Laura. Allí estaban los 6. De izquierda a derecha estaban David, Carlos, Blas y Álvaro. Ana y Dani estaban juntos en el sofá.
-¿A por cuál vamos primero?- Dijo Laura abriendo el paquete de harina.
-A por Blas. Que nos ha pillado.
Las dos sonrienron y se agacharon al rededor de su amigo. Nieves le puso un poco de pasta de dientes en la cara y con mucho cuidado empezó a extenderla bien como si fuese crema de afeitar y Laura le fue echando harina poco a poco hasta que los brazos de su amigo las cogieron por sorpresa. Ellas gritaron y a Laura se le calló el saco de harina encima de Álvaro. Nieves lanzó la pasta de dientes que le pegó a David en la cara.
Todos se levantaron del sobresalto, Carlos encendió la luz del comedor.
-¡¡Mis ojos!!- Se quejó Dani.
-Dani, no grites..- Dijo Ana tapándose la cara.
-¿Qué hace aquí la pasta de dientes?- Dijo David confuso.
-¿Quién ha sido el idiota que me ha tirado la harina a la cara?- Gritó Álvaro enfadado.
-Ahora señoritas- decía Blas- Ustedes dos me van a lavar la cara.
-Blas, tío, que guapo- Carlos empezó a reirse al ver la cara de su amigo llena de pasta de dientes y de harina.
-No, en serio, ¿Quién me ha llenado de harina?- Volvió a quejarse Álvaro.
-Luego soy yo la que se queja siempre- Dijo Laura mirándolo, pero no pudo evitar reirse.
-Carlos,, estás muy mono con el gorrito de dormir- dijo Nieves riendo.
-Pues es precioso, que lo sepas- dijo orgulloso el aludido.
-Pues yo tengo frío- Soltó de repente David.
Fue entonces cuando las chicas se dieron cuenta de que los chicos dormían sólo con pantalon del pijama y que no llevaban camiseta.
-Yo ya no quiero dormir- dijo Blas sentándose en el saco- me he desvelado. Y vosotras dos tenéis trabajo.
-¿Y yo qué?- dijo Álvaro desesperado por su cara.
-Como un crío- Contestó Laura