Álvaro estaba tumbado y tenía a Laura acurrucada en sus brazos, no paraba de darle vueltas al beso que le había dado en el baño. Lo único que se le pasaba por la cabeza era repetirlo, se moría de ganas.
//Mientras en la cocina//
-¿Dónde están los vasos? -dijo Nieves abriendo todos los armarios- Aquí están -se puso de puntillas para intentar cogerlo pero no llegaba entonces se giró y miró a Carlos con mala cara- ¿me estabas mirando el culo? -preguntó Nieves, llevaba unos pantalones bastantes cortos.
-¿Yo? Qué dices -disimuló Carlos.
-Bueno, da igual, sé que tengo un buen culo -dijo Nieves riendo- ¿me coges un vaso?
-Claro -el chico se levantó de la silla dónde estaba sentado y le dio un vaso a Nieves, pero no le dio sólo eso, cuando el chico le puso el vaso en la mano, se acercó y besó a Nieves, esto a la chica le pilló de sorpresa. Se bebió el vaso y de agua y se volvieron al saco de dormir.
Al día siguiente, David fue el primero en levantarse, miró a todos, y vio que Nieves y Carlos estaban durmiendo abrazados y eso no le hacía mucha gracias, pero ya era hora de admitir que se gustaban mutuamente. El siguiente fue Álvaro. Lo primero que vio en el día fue a Laura y eso le hizo sonreír, esa chica cada día le gustaba más.
-Buenos días -le susurró Álvaro en el oído a Laura.
La respuesta de la chica sólo fue dar un pequeño movimiento.
-Venga, dormilona -insistía Álvaro.
-5 minutos más -dijo Laura aún dormida.
Álvaro empezó a darle pequeños besos en la mejilla.
-Vale, vale -dijo Laura- ya estoy despierta.
-¿Despertamos a los demás? -preguntó Álvaro con una sonrisa malévola.
-Vale -dijo Laura y se levantaron.
No hay comentarios:
Publicar un comentario