jueves, 10 de mayo de 2012

Cap.157

Laura dio una especie de gemido mientras se desperezaba aún en el sofá-cama. Miró a Carlos y Nieves.
-Buenos días- dijo.
Se levantó. Corrieron la cortina de forma que los dos chicos estaban como más "juntos".
-Bueno, ya te puedes ir.- le dijo Nieves a Carlos.
-Está bien, volveré con Álvaro por la tarde para que podáis ir a casa a cambiaros de ropa y eso.
Y es que en ese momento ellas se acordaron de que llevaban la misma ropa del sábado. Se sentaron en el sofá donde había dormido Laura.
-¿Qué tal la noche?
-Uff, dormir en las sillas es genial- dijo irónica Nieves.
-Lo suponía.
Las enfermeras y médicos entraban y salían, cambiaban goteros, ponían inyecciones, pero en cambio no dijeron nada del estado de los chicos. Después de la hora de la comida más o menos, Nieves estaba durmiendo en el sofá. Necesitaba descansar un poco en un sitio blando. Pero le despertó un ruido. Abrió los ojos y vio a Laura sentada en la cama de Blas, hablando con él. Se levantó rápido.
-¡Blas!- Se alegró mucho de ver a su amigo despierto aunque no se pudiera mover mucho y casi no tuviera voz.
-Durante este día hemos echado de menos tu móvil, que nunca deja de recibir mensajes- dijo Laura.
-Y tu "Hola chicas, ¿A qué no sabéis que me compré ayer?"- añadió Nieves riendo.- Pijo.
Blas sonrió como pudo. Esas eran sus chicas, definitivamente. Pero otro ruido hizo que los amigos se giraran, aunque más Laura y Nieves, ya que podían moverse mejor.
-¡¡David!!- Gritó Nieves olvídando que estaba en un hospital. Fue corriendo a su cama.
-No es justo- dijo Blas con un hilo de voz- su saludo ha sido mejor que el mío.
-Tú tienes unas cosas, él tiene otras- dijo Laura sonriendo.
-¿Qué tiene él?-
-A ella- señaló a Nieves que le estaba dando un abrazo como podía.
-¿Y yo?
-A mí- sonrió y él le correspondió.
La enfermera llegó y les hizo las pruebas que debía. La puerta de la habitación se volvió a abrir minutos más tarde.

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