Cap.79

-Son totalmente diferentes- Explicó Nieves.
-Sí, es como que Carlos y Álvaro son casi perfectos pero en cambio Edu y Borja tienen lo que les falta a los otros dos para ser perfectos.- Dijo Laura
-El puntillo de malotes, la seguridad de hacer lo que quieran ...- Terminó Nieves.
-Pues creo que tendríais que aclararos vosotras primero.- Se limitó a decir Blas.
Por la noche las chicas le estuvieron dando vueltas a lo que les habia dicho Blas de aclararse, pero les costaba bastante.
Laura por una parte no podía dejar de decirse a ella misma que Álvaro siempre había sido un idiota con ella y Nieves y solo por que últimamente estuviera más alegre no significaba que le fuera a dura mucho, ya que hacía poco se le habían cruzado los cables. En cambio Edu era el prototipo de chico malo, pero quizá demasiado malo para ella.
Nieves por el otro lado, tenía un problema a tres bandas porque desde que Blas les dijo que se aclararan, David le apareció automáticamente por la cabeza. Había sido un gran amigo y ella sentía que no se lo había pagado bien. Además Carlos estaba siendo un cielo con ella ¡Y cómo besa! En cambio Borja era tan directo, tan seguro de él mismo...
Al día siguiente, cómo ya era sábado, Laura se puso en vaga mode on. Al estar sola en su casa todo el fin de semana iba a organizar noche de chicas con Ana y Nieves. Empezó a pensar en ponerse a limpiar para organizarlo todo, ya que las amigas iban a venir a la hora de comer. Lo que no contaba es con los invitados sorpresa que iba a tener ese día.
Por otra parte, Nieves estaba preparándose la mochila. Siempre a última hora. Cogió tantas cosas (ropa, neceser, saco de dormir, comida basura, peliculas, netbook, cámara réflex con funda y soporte...) que parecía que se fuera a ir de casa. Al darse por vencida con que no le cabía todo en la mochila, cogió una maleta.
-Adiós.- Dijo caminando hasta la puerta.
-¿Qué te vas de casa?- Le preguntó divertida su madre.
-Paso de contestar- Dijo cerrando la puerta. Iba a ser un largo y cansado camino.
Tocaron al timbre de casa de Laura, ella fue corriendo a abrir pensando que serían sus amigas, pero la persona que vio por cam no era ni de lejos una chica.
Nieves iba por la calle con la maleta, de vez en cuando sonreía pensando en Laura, que siempre decía que le hacía ilusión ir con una maleta por la calle. La gente a veces la miraba. Empezó a imaginarse el día que se fuera a mudar o de viaje a Londres. Seguramente llevaría muchas más maletas. Qué horror.