sábado, 5 de mayo de 2012

Cap. 90

Carlos empezó a tocarse el pelo y notaba que no tenía su sombrero, entonces se levantó corriendo.
-¿Dónde está mi sombrero? -preguntó muy preocupado.
-No sé -dijo Laura.
-No, en serio donde está. Sois unos mamones todos.
-Es sólo un sombrero, Carlos -dijo Blas.
-¿Sólo un sombrero? -preguntó Carlos- Es mi sello de identidad, es mi autoestima y es mi orgullo de llevar sombrero y no tener que peinarme todas las mañanas.
-Joder, si que son cosas un sombrero -cuchicheó Nieves.
Carlos corría por todo el comedor, hasta que finalmente lo encontró. Se lo puso.
-Aahh -respiró tranquilo- Por fin soy yo.
-Os queréis callar -dijo Ana.
-Venga el desayuno -dijo Álvaro tumbándose.
-Eso, eso -dijo Nieves e hizo lo mismo que Álvaro- venga amigos todos a hacer el desayuno.
Estuvieron un rato discutiendo sobre quién hacía el desayuno, al final le tocó a Blas, Carlos y David.
Los chicos prepararon, la verdad, un pedazo de desayuno que estaba buenísimo.
-Oye -empezó a hablar Nieves mientras mordía una tostada- cuando queráis podéis venir a mi casa a hacerme el desayuno.
-Claro, claro, ¿y qué más? -dijo David ironizando
-Bueno pues de paso, me hacéis la cama y me arregláis un poco la habitación.
Laura y Álvaro no hacían más que echarse miraditas, sólo ellos sabían por qué.
Cuando terminaron el desayuno, les tocó recoger a Dani y a Ana y fregar los platos.
Cuando acabaron, no sabían que hacer, hasta que Blas propuso un plan que estaba bastante bien y la verdad les apetecía a todos.

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